Dormir mal nos pone tristes

Un estudio sugiere que el estrés emocional aumenta cuando hay insomnio crónico en la fase donde se supone deberíamos estar soñando. Otras investigaciones concluyen que cuando se alteran los hábitos de sueño rutinarios, aumenta el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiacas.




Si en lugar de soñar, durante la fase  MOR  (movimiento ocular rápido),  se mueve de un lado a otro, se impacienta e inquieta hasta el punto de sufrir de insomnio crónico, usted, sin saberlo, ha comenzado a reducir su capacidad de hacer frente al estrés emocional, lo que aumenta el riesgo de depresión o ansiedad crónicas.

Esa imposibilidad, además, es acumulativa.  Rick Wassing, candidato doctoral en el Departamento de Sueño y Cognición del Instituto de Neurociencia de los Países Bajos, en Ámsterdam, refiere que los hallazgos actuales indican que con el tiempo esa reserva lleva finalmente a un "círculo vicioso": padece de un estado de activación demasiado alto, sufre de insomnio, lo que fomenta el malestar emocional, lo que a su vez propicia la ansiedad  y el insomnio continuo.

"Estudios anteriores han apuntado a la fase MOR del sueño como la  responsable de la regulación de las emociones", señaló Wassing. "Cuando la fase MOR está empezando,las hormonas clave de la activación (arousal), como la serotonina, la adrenalina y la dopamina, están inactivas. Esto podría indicar que cuando se duerme bien en la fase MOR el impacto emocional de los recuerdos se procesa y resuelve adecuadamente".

Una consideración similar hace Daniel Hernández Gordillo, de la Clínica del Sueño de Jalisco, México. El experto señala  que hay una relación directa entre  dormir mal y estar tristes. "Cuando nuestro sueño es continuo, ininterrumpido y sano en las diversas fases del descanso se liberan hormonas como el cortisol que ayudan a controlar el estrés durante el día. En los pacientes deprimidos esta sustancia está baja", explicó.

Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos dormir conlleva entrar en fases diferentes, lo que de forma amplia es el paso del sueño ligero, al sueño profundo y al sueño MOR. Este ciclo se repite varias veces a lo largo de la noche.

La última fase, MOR, se caracteriza por una respiración rápida y superficial, un movimiento ocular rápido, y un aumento de la frecuencia cardiaca y la presión arterial. También da lugar a los sueños. Los expertos creen que la fase MOR activa los centros cerebrales que son fundamentales para el aprendizaje, y podría ser vital para el desarrollo saludable del cerebro de los niños.

Para explorar la importancia de dormir bien en la fase MOR, tomando en cuenta los aspectos emocionales, los investigadores holandeses realizaron un estudio en dos partes.

La primera parte consistía en que  1,200 participantes (con un promedio de 52 años de edad), inscritos en el Registro Holandés del Sueño,  respondieran un cuestionario. Pidieron a todos que hicieran un autorreporte sobre la gravedad de su insomnio, además de su malestar emocional, su nivel de activación y/o los pensamientos perturbadores que tenían por las noches.

En la segunda parte contaron con el aporte de 19 mujeres y 13 hombres (con un promedio de edad de casi 36 años). La mitad de este grupo no presentaba problemas previos para dormir y la otra mitad sí sufría de insomnio.

Durante 2 noches durmieron monitoreados en un laboratorio. En un electroencefalograma se registró la actividad de las ondas eléctricas cerebrales, con el fin de identificar las fases del sueño. Todos rellenaron un formulario sobre sus propias experiencias con los pensamientos perturbadores que tenían por las noches.

El resultado: después de comparar los registros de la actividad cerebral con los informes de malestar por la noche experimentados por las personas de ambos grupos, los investigadores concluyeron que cuanto más alterado estuviera el sueño en la fase MOR, más problemas sufrían los participantes para dejar de lado el malestar emocional.

A su vez, a medida que el malestar aumentaba, también lo hacía el nivel de activación, lo que hizo que fuera cada vez más difícil descansar al dormir por la noche.

"La posible solución sería estabilizar el sueño MOR", dijo Wassing. Pero, añadió, "investigaciones futuras deben indagar en si esto es cierto y si la terapia cognitivo-conductualpuede ser útil".

Janis Anderson, profesora asociada de psicología en el Hospital Brigham and Women's de Boston, sugirió que ambas cosas todavía deben aclararse.
"Las complejas interrelaciones entre el sueño y el estado de ánimo, incluyendo los problemas clínicos en el estado de ánimo, como una depresión mayor y un trastorno bipolar, se conocen bien", señaló. "Esta sigue siendo un área importante de investigación, pero también es un área en la que las sugerencias especulativas dadas a los pacientes pueden dejar atrás rápidamente a las evidencias".

Siga un horario rutinario
Otras investigaciones apuntan a la importancia de seguir rutinas, cuando se trata del sueño. Despertarse temprano en los días de trabajo y dormir más en los días libres quizá no sea tan reparador como se cree: un estudio nuevo sugiere que cuando se alteran los hábitos de sueño rutinarios, aumenta el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiacas.

El estudio incluyó a 447 hombres y mujeres, de 30 a 54 años de edad, que trabajaban al menos 25 horas a la semana fuera de casa. Cada uno de ellos llevó una muñequera que registró su sueño y sus movimientos 24 horas al día durante una semana. Se usaron formularios para evaluar el ejercicio que hicieron y sus hábitos alimentarios.

Casi 85 % de los participantes durmió más tiempo en sus días libres que en los laborables, observaron los investigadores. El resto se levantó antes en sus días libres que en los que trabajaban.

Cuando había una gran diferencia entre lo que dormían en los días que trabajaban y en los días libres, esas personas tendían a tener unos peores niveles de colesterol y de insulina en ayunas, una mayor resistencia a la insulina, un tamaño de la cintura mayor y un índice de masa corporal (IMC) mayor, según los hallazgos. El IMC es un estimado de la grasa corporal basada en la estatura y el peso.

Este vínculo entre lo que los investigadores llamaron el "jetlag social" y los factores de riesgo para la salud se mantuvo incluso después de que tomaran en cuenta otras medidas del sueño y conductas del estilo de vida, como la actividad física y la ingesta de calorías. Los hallazgos del estudio se publicaron en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

"El jetlag social se refiere a la disparidad entre el ritmo circadiano biológico [el reloj corporal] de un individuo y los horarios de sueño impuestos socialmente. Otros investigadores han hallado que el jetlag social está relacionado con la obesidad y algunos indicadores de la función cardiovascular", comentó la autora del estudio, Patricia Wong, de la Universidad de Pittsburgh, en un comunicado de prensa de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society).

"Pero este es el primer estudio que se extiende a partir de esos trabajos, y muestra que incluso entre los adultos conun buen estado de salud, que trabajan y cuyos horarios de sueño no sufren cambios tan extremos, el jetlag social puede contribuir a que tengan problemas metabólicos", indicó Wong.

"Estos cambios metabólicos pueden contribuir a la obesidad, la diabetes y a las enfermedades cardiovasculares", explicó.

Pero la asociación observada en este estudio no demuestra una relación directa de causa y efecto entre los hábitos inconsistentes de sueño y la aparición de estas enfermedades.

"Si se replica lo que hemos observado aquí en futuros estudios, entonces quizá tengamos que pensar como sociedad en el modo en que el trabajo moderno y las obligaciones sociales están afectando a nuestro sueño y nuestra salud", dijo Wong.

"Podría ser beneficioso que las intervenciones clínicas se centren en los problemas circadianos, en una educación en el lugar de trabajo que ayude a los empleados y a sus familias a tomar decisiones informadas sobre la estructuración de sus horarios, y en políticas que animen a las empresas a pensar en estos asuntos", concluyó Wong
.

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