Si estás comiendo bien y vas al gimnasio, pero ves que tu grasa no cede y nunca pierdes peso e incluso ganas más del que te gustaría, puede que tu guerra contra el peso esté siendo “saboteada” por cosas que no sabías que en realidad te hacen coger peso sin querer.
La falta de sueño
Según varios estudios, uno de ellos publicado en el American Journal of Clinical Nutrition, el gasto de energía de un hombre que esté sano se reduce en un 5% tras una noche sin apenas dormir.
Por ello es importante tomarse en serio las horas de sueño. Ya que has tomado una cena ligera, no lo estropees poniéndote a ver la televisión o leyendo hasta las tantas, y deja que tu cuerpo descanse al menos 8 horas.
Edulcorantes artificiales
Cualquier hombre moderno, incluso con un interés pasajero en la salud y la forma física sabe que el azúcar no es recomendable, y en su lugar se utilizan edulcorantes artificiales (como la sacarina o los que se encuentran en las bebidas edulcoradas), cuando no es que sean más recomendables.
Un estudio del Instituto de Ciencia Weizmann encontró que los edulcorantes artificiales es probable que conduzcan a una configuración bacteriana intestinal que causa la intolerancia a la glucosa – el precursor de la diabetes tipo 2. Así que si deseas perder realmente peso no tomes azúcar, pero tampoco edulcorantes.
Deshidración
La hidratación no se trata tan solo de mantenernos frescos, sino que además proporciona que perdamos peso. Beber un refreso o una cerveza con amigos no es el tipo de hidratación que necesitas, sino que en realidad es agua lo que debes beber.
Además si no tienes agua en el cuerpo, tu tasa metabólica disminuye así que es mejor que bebas todo el agua que puedas. Los médicos recomiendan al menos dos litros diarios.
Estrés
Una investigación de la Universidad de Columbia dio como resultado que el estrés psicológico es un claro indicador de tener una presión arterial alta, conocida como la hipertensión, la diabetes y los riesgos potenciales.
Debemos trabajar a diario, pero no ser esclavos de ello.
Saltarse las comidas
Desayunas a diario? No tomes tan solo un café porque vayas con prisa y come al menos una manzana. Según varios estudios realizados por la American Journal of Clinical Nutrition nuestro estilo de vida actual provoca que engordemos por el simple hecho que al saltarnos una comida, hacemos que la siguiente sea demasiado copiosa.
Es decir si no desayunas nada llegarás desmayado a la hora de la comida, o a media mañana no resistirás comerte un bocadillo de una barra de cuarto entera. Es mejor que no te saltes ninguna comida y que tomes alimentos saludables. Además, no te vayas a la cama sin cenar, ya que no dormirás y estarás en el primer punto que hemos tocado.
Lavarse las manos demasiado
Puede que lavarse las manos te parezca una tontería como motivo por el cuál engordas pero lo cierto es que ciertos jabones, productos y otros productos industriales fabricados para la limpieza con químicos, llamados ftalatos, pueden cambiar la forma en que se almacena la grasa con el tiempo en tu cuerpo, por lo que será más fácil que la obtengas y más complicado que la pierdas.
Tus amigos en el bar
Y no digo que dejes de verles, pero cuando lo hagas, no tomes tres cerveza seguidas y de vez en cuando pide un agua, aunque ellos se rían , tu podrás mantenerte en tu peso
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